Luis Rubio
La mejor lectura de este año fue Inventando la libertad, una historia del origen del liberalismo anglosajón y sus diferencias con su contraparte continental. Daniel Hannan, político e historiador inglés se aboca a explicar el origen de la civilización occidental centrada en el concepto de libertad individual. En el mundo político y legal fundamentado en el derecho anglosajón, la libertad del individuo es el valor más preciado y de ahí se construye todo el sistema de interacción humana. En contraste, afirma Hannan, en la versión europea, derivada del derecho romano y de pensadores como Rousseau, la libertad es una concesión del Estado y, por lo tanto, el corazón de la interacción humana yace en las regulaciones que de éste emanan. Lo fascinante del libro reside en la serie de implicaciones que estas diferencias entrañan para las relaciones internacionales, las diferentes posiciones que existen respecto a temas como el cambio climático, el comercio o los derechos de propiedad.
Casi como si fuera el otro lado de la moneda, Stein Ringen se dedica a analizar qué es el poder y cómo se puede ejercer exitosamente en una democracia. En Nación de Diablos, Ringen afirma que el poder del gobernante es lo que hace que otros obedezcan, pero lo que permite que sean persuadidos es la autoridad. Un gobierno puede tener claros sus objetivos, bien construida su estructura de legitimidad y, sin embargo, ser incapaz de modificar la realidad cuando carece de políticas públicas efectivas. «No es suficiente tener buenas intenciones. Tener habilidad es insuficiente. Cuando un gobierno tiene poder y puede desarrollar políticas públicas, su siguiente problema es evitar errores». Un gobierno no puede actuar por «imposición, porque es contraproducente: sólo por medio de liderazgo y generando confianza por su profesionalismo».
Liberalismo: La vida de una idea, es una historia extraordinariamente vívida de una creencia. A diferencia del uso político del liberalismo como una estrategia económica, Edmund Fawcett lo concibe como una creencia que evoluciona pero que se sustenta en el progreso, el escepticismo respecto a la autoridad y el respeto por el individuo por encima de todas las cosas. Esta manera de entender la idea liberal le permite incorporar no sólo a los clásicos anglosajones sino también, y prominentemente, a pensadores que no suelen estar asociados con el liberalismo, al menos en la forma en que el debate político lo ha distorsionado, como Sartre, Brandt y Kohl. ¿Cómo ha sobrevivido? Por su enorme capacidad de adaptación: en contraste con los conservadores, que temen al cambio, dice Fawcett, los liberales le dan la bienvenida porque las sociedades cambiantes son adaptables y estables. En contraste con los socialistas, que consideran que la Utopía tiene que ser administrada, los liberales buscan crear condiciones en las que cada persona pueda desenvolverse a su propia manera sin el peso de una dictadura. Libro por demás oportuno.
Gottland es un libro por demás extraño: un conjunto de historias escritas por un polaco sobre los checos. Su éxito se debe a la extraordinaria colección de historias, anécdotas y cuentos sobre cómo vivía y se adaptaba la población, la gente común y corriente, al sistema totalitario. Más allá de las historias específicas, lo que emerge es una fotografía, realmente una película, de la vida cotidiana bajo el fascismo y el totalitarismo. Aunque el libro es por demás gracioso y astuto, lo que revela es una perspectiva de la condición humana cuando se enfrenta a la tiranía y la corrupción y, a pesar de ello, mantiene su conciencia y la frente en alto. Al leer el libro de Mauriusz Szczygiek pensaba yo que es muy difícil imaginar lo que es vivir bajo una sombra tan pesada y que es imposible juzgar a quienes así vivieron. Su marco de referencia es totalmente ajeno a nuestra experiencia.
Steven Levitt y Stephen Dubner han escrito tres libros excepcionalmente interesantes por la forma innovadora en que han interpretado situaciones y tendencias que van de la criminalidad al narcotráfico, exámenes de conocimiento, transacciones inmobiliarias y educación casera. Analizando los números, los autores llegan a conclusiones inesperadas (como que la legalización del aborto disminuyó la criminalidad en EUA). El más reciente de los libros «Pensar como un freak» ofrece una «técnica» para interpretar distintos problemas sociales. El libro es una invitación a pensar diferente, a librarse de prejuicios y a medir impactos potenciales en lugar de suponer resultados sin información o análisis. Se trata de un libro que propone una nueva forma de pensar, comenzando por la necesidad de admitir que uno no sabe todo, eliminando con ello preconcepciones. Para los autores, el mundo no es como lo imaginamos y siempre hay algo nuevo que aprender. Su propuesta es que para resolver problemas es necesario comenzar por entender las causas, trascender los clichés y hacer las preguntas correctas.
Milan W. Svolik ha escrito un fascinante estudio sobre la política de los gobiernos autoritarios*. Su punto de partida es que los dictadores enfrentan amenazas por parte de las masas a las que gobiernan (lo que requiere control autoritario), en tanto que tienen que lidiar con las élites con quienes gobiernan (lo que requiere compartir el poder). Lo crucial de su estudio es que en una dictadura no hay autoridad independiente que haga cumplir los acuerdos y esa se convierte en una fuente permanente de inestabilidad.
* The problem of authoritarian rule
@lrubiof
a quick-translation of this article can be found at www.cidac.org