Más lecturas

 Luis Rubio

Al recibir un importante reconocimiento, Sean Connery explicó que, viniendo de una familia modesta, la gran oportunidad de su vida se presentó cuando, a los cinco años, aprendió a leer. La lectura fue una de las grandes oportunidades del año del virus. Aquí van otros libros.

Pocos asuntos tan controvertidos como la política norteamericana, especialmente cuando se trata de sus impactos sobre el resto del mundo y, particularmente, sobre México. Las convulsiones que ha experimentado esa nación en su política exterior en los últimos años son trascendentes precisamente porque se trata de la única superpotencia, la que construyó el orden de la postguerra y que, en estos años, ha hecho todo por minarlo en lugar de reconstruirlo.

De mis lecturas de este año destacan particularmente dos sobre este asunto: en ¿Por qué estamos polarizados? Ezra Klein emprende un acucioso, profundo y convincente análisis sobre las causas y dinámicas de la polarización norteamericana. Siguiendo las estructuras y fracturas que caracterizan al sistema de partidos, muestra como cada uno de estos ha ido extremando sus posiciones, convirtiendo a la identidad social o particular en el gran factor diferenciador, al punto en que representan posturas irreconciliables. Lo que el autor no explica es cómo las posturas que para los seguidores de un partido son naturales tienen el efecto de alienar a los seguidores del otro, como ha ocurrido con Obama y Trump respectivamente.

En Estados Unidos en el mundo, Robert Zoellick describe los patrones que han guiado a la política exterior de su país, con un especial énfasis sobre los condicionamientos que han conformado las decisiones en la materia desde su independencia. Además de narrar la historia, incorpora una serie interminable de anécdotas, disputas específicas y circunstancias que hacen no sólo atractiva la lectura de un texto de suyo analítico y profundo, sino absorbente. La última parte, escrita a la luz de los acontecimientos de la última etapa de Trump, es particularmente relevante porque discute la transición de NAFTA al T-MEC, situándola en el contexto de Norteamérica. El libro concluye con una cita de Tocqueville que resalta el tono general: “La grandeza de Estados Unidos no radica en ser más ilustrada que cualquier otra nación, sino en su capacidad para reparar sus fallas.”

Samir Puri*, un exfuncionario de la diplomacia británica se dedica a analizar las consecuencias de los imperios que se desmoronaron en el siglo XX pero que dejaron en su cauce conflictos no resueltos, algunos irresolubles, que marcan al siglo XXI. A lo largo del libro estudia la dinámica geopolítica entre Rusia y las naciones de occidente, los cambios que experimenta el continente africano y las fuentes de conflictividad que caracterizan desde India hasta el medio oriente. En términos generales, Puri descarta una fácil reconciliación entre China y las naciones europeas o Estados Unidos, toda vez que los animan objetivos contradictorios. Destaca el conflicto entre EUA y China, sobre el cual anticipa “una era de interacción entre muchas visiones post imperiales, evidente en todo, desde la geopolítica hasta el comercio y los intercambios interculturales. En lugar de que el futuro sea Asia, contará con más calles bidireccionales de influencia recíproca entre diferentes nacionalidades.”

¿Qué explica las diferentes formas e historias de la democracia en distintas civilizaciones? Hay muchos estudios que comparan a Europa con Asia, pero pocos explican las diferencias de origen. En un libro extraordinario, El declive y ascenso de la democracia, David Stasavage plantea una hipótesis fascinante: los estados se desarrollaron como democracias o como autocracias dependiendo de la fortaleza o debilidad de los gobiernos que emergieron, en todo el mundo, desde su inicio. La democracia tendió a proliferar donde había un gobierno débil y tecnologías simples: donde no había instituciones fuertes, sobre todo una burocracia dedicada a cobrar impuestos, los gobernantes requerían del consentimiento de la población, como ocurrió en diversas regiones de Europa. En sentido contrario, donde la burocracia central era más fuerte, como en China, el consentimiento no era necesario, lo que dio lugar al ascenso de autocracias. Uno de los ejemplos más interesantes que rescata es la diferencia entre los tlaxcaltecas y los aztecas, atribuyéndole a los primeros una democracia temprana frente al centralismo autocrático de los segundos.

En La Economía de la Extorsión, Luis de la Calle explica la forma en que diversos mecanismos, costumbres y formas de conducir los asuntos públicos constituyen un lastre porque impiden que se eleve la productividad, disminuye el atractivo para que las empresas crezcan (sobre todo las informales) y condena al país al subdesarrollo. La extorsión, dice el autor, no es otra cosa que corrupción: el abuso del poder para beneficio personal y se manifiesta desde el momento en que un “viene viene” extorsiona para “cuidar” el automóvil hasta el burócrata que demanda una mordida o el líder sindical que amenaza con una huelga. Lo fascinante del libro es la diversidad de formas en que se da la extorsión y sus consecuentes impactos sociales, económicos y culturales.

*The Imperial Hangover

www.mexicoevalua.org
@lrubiof
a quick-translation of this article can be found at www.luisrubio.mx

https://www.reforma.com/aplicacioneslibre/preacceso/articulo/default.aspx?__rval=1&urlredirect=https://www.reforma.com/mas-lecturas-2020-12-27/op196373?pc=102&referer=7d616165662f3a3a6262623b6770737a6778743b767a783a–

  REFORMA

 27 Dic. 2020